Las deudas acumuladas por el instituto Sierra Mágina hacen que no
funcione el agua caliente o fallen los extintores y, el día 19 de
octubre, pueden dejar el centro sin electricidad. La crítica situación,
que les hace acumular 25.000 euros de deudas, se debe a que la Junta no
les transfiere fondos.
El instituto de Secundaria Sierra Mágina, de Mancha Real, podría
echar el cierre el próximo día 19 de octubre, cuando aún no se cumple
el primer mes lectivo en el centro. Profesores del centro informan de
que Endesa ya les comunicó, de forma oficial, el corte del fluido
eléctrico por el impago de los dos últimos recibos. Desde el instituto
dejan claro que no pudieron abonar la factura por la falta de liquidez.
Ante esta situación, la propia comunidad educativa hace un llamamiento
ciudadano para buscar soluciones, ante la gravedad de los hechos, según
Jesús Molina, secretario del “Sierra Mágina”, la Junta de Andalucía
todavía no ha hecho la transferencia del dinero correspondiente al
ejercicio anterior, 2011/2012, y, por lo tanto, la deuda acumulada con
el centro asciende a más de 25.000, solo si se contabiliza este periodo.
Ante los problemas en la caja, los responsables del instituto no tuvieron más remedio, dicen, que dejar de pagar a los proveedores. Al acumular cada vez más deudas, los servicios que prestan se reducen de forma paulatina y la calidad de la enseñanza se resiente. Uno de los ejemplos que se ponen son las duchas del pabellón de deportes del centro. Están inutilizadas, como se afirma, porque la empresa que tiene contratado el mantenimiento de las placas solares que proporcionan el agua caliente no ha cobrado la última factura. Ante esto, esta sociedad dejó claro que no pondrá en marcha la instalación mientras no se les abone la cantidad pendiente. La deuda también condiciona el día a día del centro, en cuestiones tales como el mantenimiento de las fotocopiadoras, el servicio de extintores o el recibo del teléfono. “Tenemos un cajón lleno de facturas por pagar y la cuenta del instituto está prácticamente a cero. El teléfono no para de sonar. Son proveedores que llaman para reclamar pagos que se les adeudan y no sabemos decirles a ciencia cierta cuándo cobrarán”, afirman desde el propio instituto. Los docentes añaden que se alertó a la Delegación de Educación de la gravedad del asunto y, según apuntan, la respuesta es que la situación se debe a un problema burocrático con Hacienda. La sensación de los profesionales educativos, no obstante, es que se “pasan la pelota de unos a otros”
Artículo extraído del DIARIO JAÉN
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